El Amor Espera

El Amor Espera Capitulo 14 4/4

Hola chic@s =)

Pasen buen dia/tarde/noche…

Hasta la próxima =)

Ashleigh se estaciono en la entrada de la casa de sus papas, sintiendo la paz familiar que siempre la eludía en la ciudad. Aun después del estresante viaje frente al volante y la reunión inminente a la cual ahora estaba temiendo asistir, aun así la paz regreso a ella. Salió del auto, tomo una respiración profunda del limpio aire de campo, disfrutando el silencio por un segundo antes de comenzar su caminata hacia la casa. Su mamá la esperaba, y antes de que Ashleigh pudiese tocar la puerta, esta se abrió.

“Hola cariño,” dijo mientras le regalaba un abrazo. “Me alegro de verte nuevamente.”

“Hola, ma.” Ashliegh se detuvo, a sabiendas de que su madre no dejaría de abrazarla hasta que se sintiera lista para dejarla ir. Finalmente su mamá aflojo el abrazo y Ashleigh dio un paso hacia atrás, sonriendo. “Es bueno estar en casa.”

“Te sigo diciendo que nos visites más seguido,” dijo su mamá, llevándola hacia dentro de la casa. “Regresamos por tus cosas más al rato.”

“Oh, no me quedare aquí.”

Su madre se dio la vuelta. “¿Qué?”

“Bueno, no para el fin de semana. Tengo reservado un cuarto en el hotel. Crissy insistió,” dijo ella.

“¿Pero la semana que viene?”

“Si, me quedare aquí.”

“Porque Courtney estaría terriblemente decepcionada si…”

“Ma, dije que me quedaría aquí. Solo que durante la reunión de ex-alumnos y todo eso, será mucho más fácil para mí quedarme ahí. Regresare aquí el domingo.”

“¿Y te quedaras hasta el miércoles?” pregunto su mamá mientras la dirigía hacia la cocina.

“Si. ¿Courtney vendrá el lunes como lo habíamos planeado?” Dirigió su vista hacia la jarra que estaba en la vitrina. No era te. Alzo sus cejas.

“Saldrá del hospital el lunes por la mañana.” Su madre siguió su mirada. “Es viernes. Tu padre espera encontrar coctel en cuanto llegue a casa.”

Ashleigh dirigió su mirada hacia el reloj y después a su mamá.

“Pensé que tu y yo podríamos tomarnos una bebida en el patio. Y no, no me he convertido en una alcohólica. Tu padre llega a las cuatro los viernes.”

Ashligh sonrió. “¿Entonces Courtney y yo no tendremos nada en que intervenir como hijas?” Miro como su mama llenaba dos vasos de lo que ella asumía eran margaritas. “¿Cómo esta Mark?”

“Ocupado como siempre. Hable con él la semana pasada. Me dijo que ha perdido tus llamadas las últimas veces que le has hablado.”

“Si. Aparentemente el no sabe como regresar las llamadas.” Agarro la bebida mientras asentía con la cabeza. “Gracias.”

“Está saliendo con alguien, ¿sabes?”

“No, no sabía. ¿Desde cuándo?”

“Desde hace un mes,” dijo su mamá. “Vamos afuera al patio.”

Ashleigh salió, la vista trayéndole un montón de recuerdos. Su Patio trasero estaba impecablemente limpio y ordenado como siempre, el pasto estaba cortado a la perfección, el agua de la alberca estaba cristalina. No le sorprendió la dirección que tomaron sus pensamientos mientras recordaba viendo a Gina aventándose a la alberca, burlándose de ella, jugando con ella. Mentalmente sacudió esos pensamientos lejos de ella, volteándose para encontrar a su mamá observándola.

“Es hermoso aquí atrás,” dijo, uniéndose a su mama en la pequeña mesa redonda, el ventilador del techo regalándoles aire hacia ellas. “Extraño tener un patio,” dijo ella.

“Puedes comprarte una casa. ¿Por qué seguir en ese condominio?”

“Porque es un lugar privilegiado, porque tengo acceso a una pista para caminar y para andar en bicicleta, sin mencionar el club de golf.” Bebió de su vaso. “Además, si lo quisiera vender, no duraría un día en el mercado.”

“Aun me es difícil imaginarte en la gran ciudad. Desearía…”

“No me voy a regresar a vivir a Calloway,” dijo con una sonrisa.

“No, ¿pero qué tal San Antonio? Courtney vive ahí y estarías cerca de casa,” dijo su mamá sabiamente.

Ashleigh estiro su brazo y agarro la mano de su mama apretándosela. Esta era una conversación que tenían casi siempre cada vez que ella los visitaba.

“Entonces, cuéntame de Mark.”

“¿Qué te puedo decir? Ya sabes lo reservado que es tu hermano.”

“Okay, déjame preguntártelo en otras palabras. ¿Está saliendo con una chica o con un chico?”

“Una chica.”

Ashleigh suspiro. “¿Entonces sigue convencido que es bisexual?”

“Tú lo sabrías mucho mejor que yo. Yo solo estoy feliz de que ya no esté viendo a ese chico que era artista.”

Ashleigh se rio. “Madre, Mark es un artista.”

“Exacto. Al menos uno de ellos necesita tener un verdadero trabajo.”

Ashleigh escondió su sonrisa. Sabía muy bien que Mark estaba aun enamorado de “ese chico que era artista” y que solo pretendía tener citas con mujeres para que sus papas no se sintieran totalmente culpables por tener dos hijos homosexuales. Cuando Adam termino las cosas con Mark, le había tomado tiempo a Mark para reponerse. Ella y su hermano hablaban casi todas las noches durante ese tiempo, eso fue lo más cerca que habían estado en su vida. Pero al vivir en San Francisco, el volvió a su vida rápidamente y las conversaciones durante las noches se terminaron.

“¿Estas emocionada por la reunión?”

Ashleigh giro su vaso, viendo rebotar el hielo a los lados del vaso. “Si, será divertido,” dijo, esperando que su voz tuviese el suficiente entusiasmo.

“Bien, el otro día hable con Lou Granbury en la tienda. Dijo que Gina vendrá este año. ¿Has hablado con ella?”

Ashleigh negó con la cabeza. “No, pero Crissy dijo que ella estaba planeando venir.”

“Estoy segura que eso es emocionante. Aun no puedo creer que ustedes dos perdieran contacto así sin más. Fueron tan cercanas durante la Preparatoria.”

Si tan solo supieras. Pero Ashligh forzó una sonrisa. “Estará….bien verla, si,” dijo. “Creo que nadie de la escuela ha tenido contacto con ella durante todos estos años.”

“Ella vive en la costa; eso dijo Lou. En Corpus.”

“¿De verdad?” Ashleigh se puso de pie, no queriendo continuar con la conversación. “Estos estuvieron buenos. ¿Podemos tomar otro?”

“Claro que si cariño. Pero no te pases. Te espera una gran noche hoy,” le recordó.

Ashleigh le regalo una falsa sonrisa, después desapareció en la cocina para rellenar su vaso. Necesitaría más de una margarita para sobrevivir la noche.