El Amor Espera

El Amor Espera Capitulo 8

Les he contado que aveces no duermo mucho???

Bueno, pues creo que esta noche fue una de esas

en las que el sue~o simplemente

me abandono.

Pero encontre con que entretenerme.

Un capitulo mas!

Presente

Ashleigh se encontraba de pie junto a la ventana, con su mirada ausente viajando sobre las oficinas de los grandes edificios del centro de la ciudad de Houston. Su oficina no era grande, pero si lo suficiente como para compararla con algunos de sus clientes ejecutivos que ella tenía. Una de las paredes estaba formada por nada más que vidrio, dándole una visión amplia del centro de la ciudad. Vista que alguna vez anhelo y disfruto.

Le dio la espalda a la vista y se sentó con un suspiro profundo en su lujosa silla de cuero. Odiaba su trabajo. En realidad, odiaba su vida. Doce años había estado luchando con el tráfico diario de esta ciudad. Luchando para poder llegar aquí a Peters, Wells, Hancock and Bayer, un prestigioso bufete de abogados cuyos clientes incluían las personas más exitosas---y poderosas--- en el negocio del petróleo y gas. Su especialidad eran las lagunas. (lagunas: una forma d escapar de una dificultad, sobre todo una omisión o ambigüedad en la redacción de un contrato o ley lo cual provee un medio para evadir el cumplimiento de este. Les he escrito la definición porque tal vez exista otra persona que al igual que yo no sepa que la palabra lagunas se usa en ese sentido también…bueno legalmente hablando jeje…pero bueno de todo algo se aprende ¿no? … o quizá estoy mal y la traducción correcta de loophole no es la correcta pero estoy casi segura que si…seguimos.) Ella había escrito un montón de contratos con lagunas escondidas, la mayoría para evadir las leyes ambientales. Y ella era capaz de encontrar cualquier tipo de lagunas incluso las más discretas escritas por los abogados de la competencia, ahorrándoles a sus clientes millones de dólares en el proceso. Había discutido contratos con el jurado y jueces, convenciéndoles de las lagunas, aunque no existieran. Era buena en su trabajo, pero aun así lo odiaba.

Como había dicho Pam, tenía un trabajo muy cómodo en el cual ganaba un salario increíble. Este le permitía vivir en un condominio muy caro, rodeado de verde en esta ciudad de concreto---un sendero para caminatas y ciclismo y un campo de golf, de los cuales disfrutaba mucho. Ella era una chica de una pequeña ciudad, que aun no se acostumbraba a esta gran ciudad. Dudaba que llegara el momento en el que aceptaría esta ciudad por completo, pero era ahí donde su profesión la había dirigido. Lejos del la pequeña ciudad de Callaway al sur de Texas.

Suspiro de nuevo, dando vueltas en su silla quedo frente a la ventana una vez más. La reunión de ex alumnos era en menos de dos meses. Se había convencido a sí misma de que no tenía otra opción más que asistir. Todos la esperaban. Tampoco era como si nunca hubiese visto a esas personas. Las había visto. Visitaba a sus padres varias veces durante el año y siempre se encontraba con alguien que jamás se había mudado de ahí. Habían estado hablando de la veinteava reunión durante los dos últimos años. Y realmente, era algo que normalmente esperaba con ganas. Excepto este año, tenía la sensación persistente de que ella estaría allí. Y no estaba segura si podría soportarlo.

Cosa que era una locura. No había visto a Gina desde su primer semestre en el College. De hecho, rara vez le dedicaba un pensamiento.

¡Dios, eso era mentira!

Se puso de pie rápidamente, nuevamente dirigiéndose hacia la ventana, mirando hacia fuera pero sin ver nada en realidad. La verdad era que, Gina Grandbury cruzaba su pensamiento más de lo que debía. Una historia de adolescentes que término mal---eso era todo. Sin embargo, casi veinte años más tarde ella seguía sin poder encontrar a alguien que la tocara como Gina lo había hecho. La intensidad entre ellas ---el calor y la pasión--- era algo que había tratado de duplicar sin éxito. Se tratara de las hormonas de adolecente o no, el sexo entre ellas era…bueno…simplemente increíble. Y hasta el momento en su vida adulta nada se había comparado.

Se dio la vuelta, sintiendo el rubor caliente en su cara. Cerro sus ojos, dejando entrar imágenes que trato de suprimir durante todos estos años. Imágenes de ellas dos, desnudas deseando las caricias de la otra, imágenes de momentos robados en los cuales se escondían en la obscuridad de la sombras, imágenes de apasionantes, besos húmedos en donde no soportaban estar separadas por un instante. E imágenes bajo el sol y el pasto, una sabana y una comida de picnic olvidada, sus manos y bocas incapaces de parar lo suficiente como para fingir que estaban en un picnic. No, los preciosos momentos cuando estaban a solas eran gastados de dos maneras---ya sea hablando o haciendo el amor.

Sus manos se apretaron fuertemente convirtiéndose en puños. Ahuyento esas imágenes y las reemplazo con otras que eran mucho más dolorosas. Las de Gina terminado con ella, la de su figura alta caminando deliberadamente lejos de ella, y después mas imágenes de Gina besando a otras chicas, de Gina sonriendo con otra persona mientras se burlaba de ella, de Gina saliendo del dormitorio de chicas a media noche, con su ropa y cabello desarreglado, evidencia de lo que acababa de hacer.

Maldita sea.